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Para PacientesBlanqueo de dientes |
Hay dos tipos de blanqueadores. Los abrasivos y los que realmente blanquean los dientes. La efectividad y los riesgos dependen del tipo que se use.
Los abrasivos son los que desgastan el diente haciendo que se vea más blanco al principio, pero causan daño a largo plazo ya que quitan el recubrimiento de esmalte.
Los blanqueadores de dientes usan agua oxigenada o un compuesto similar como agentes activos. Quitan las manchas causadas por el café, el tabaco y el envejecimiento normal. Aunque su efecto es cosmético, se consideran medicinales y pueden causar problemas sin la supervisión de un dentista. Pueden irritar las encías y hacer más sensibles los dientes si no se aplican bien, además de dejarlos rayados. Si se tragan, pueden causar dolor de garganta, náusea y diarrea.
Los dentistas hacen una plaquita de hule que se conoce como guarda después de tomar una impresión de los dientes. El blanqueador se coloca en esa guarda que se debe usar de seis a ocho horas (generalmente mientras se duerme).
En promedio, el tratamiento necesita unas seis semanas, con visitas al dentista en este período.
Como no evita que los dientes se vuelvan a manchar, a veces es necesario repetirlo.
Las pastas
de dientes sin abrasivos contienen bicarbonato sódico. No causan
problemas, pero frecuentemente son menos efectivas.
Dra. Aliza A. Lifshitz