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El aporte de ácido fólico puede evitar la aparición de labio leporino
Uno de cada 800 recién nacidos presenta labio leporino, un defecto motivado por factores genéticos y ambientales.
Uno de cada 800 recién nacidos presenta labio leporino, un defecto motivado por factores genéticos y ambientales. Diversos estudios han concluido que los suplementos de ácido fólico a las madres pueden evitar la anomalía, han recordado los especialistas en la reunión sobre anomalías craneofaciales congénitas celebrada en La Coruña.
La ingesta de ácido fólico antes y durante los primeros meses del embarazo puede proteger al feto frente al desarrollo de afecciones como el labio leporino y la fisura palatina, según han puesto de manifiesto los especialistas durante la II Reunión de la Sociedad Española de Fisuras Faciales, que se ha celebrado en La Coruña coincidiendo con el I Simposio Internacional sobre Deformidades Faciales Congénitas.
El labio leporino y la fisura palatina son dos anomalías que obedecen a múltiples factores, ha destacado Gonzalo González Landa, presidente de la Sociedad Española de Fisuras Faciales y jefe del Servicio de Cirugía Pediátrica del Hospital de Cruces, en Bilbao. Factores genéticos, el consumo excesivo de tabaco y alcohol durante el embarazo, determinadas enfermedades víricas y la ingesta de ciertos medicamentos, son algunas de las razones mencionadas por este especialista, aunque ha recordado que en varios casos se desconocen los motivos.
Sin embargo, algunos estudios científicos ya publicados apuntan que el ácido fólico puede tener capacidad preventiva frente a estos defectos. "Parece que un factor de protección es la ingesta por parte de la madre de ácido fólico durante los dos meses anteriores al embarazo y los dos primeros meses de la gestación".
Seguimiento largo
El presidente de la sociedad ha anunciado que, "actualmente, se está realizando un estudio multicéntrico financiado por la Unión Europea en el que se analizan factores nutricionales y la función que puede ejercer el ácido fólico". En el trabajo, que también incluye un estudio de genes y cromosomas, participan algunos centros españoles, entre los que se encuentra el Hospital de Cruces.
A tenor de los datos que se han manejado en el congreso, 1 de cada 800 niños nace con labio leporino. González Landa ha recordado que el tratamiento de los niños con labio leporino precisa de un seguimiento durante todo el crecimiento, y que se prolonga hasta prácticamente los 20 años de edad.
En su opinión, es fundamental que los padres del niño sepan desde el principio lo que significa esta afección. "Es importante que conozcan todo, cuál va a ser el devenir de ese niño y también que se sientan arropados durante todo el proceso".
Una de las prioridades que ha marcado el contenido del congreso ha sido fomentar el consenso entre los especialistas para que el tratamiento que reciben estos niños se canalice a través de unidades multidisciplinares y de servicios regionales bien preparados. "Estos equipos interdisciplinares formados por cirujanos, pediatras, otorrinos, ortodoncistas y psiquiatras, entre otros especialistas, suponen el camino idóneo para tratar las deformidades congénitas de la cara", ha afirmado José Luis López Cedrún, jefe del Servicio de Cirugía Maxilofacial del Hospital Juan Canalejo y presidente del comité organizador del encuentro.
En su opinión, la situación ideal es que todos los especialistas trabajen en el mismo hospital y que la atención se estructure a través de servicios regionales dotados con todos los recursos necesarios. "Como estadísticamente son pocos niños, lo ideal es que se fomente la creación de servicios regionales con todos los medios materiales y personales".
Comunicación fluida
En la misma línea se ha expresado el presidente de la Sociedad Española de Fisuras Faciales, quien ha manifestado que los estándares europeos indican que cada unidad debe operar al menos a unos treinta pacientes por año. En este contexto, es fundamental una comunicación fluida entre los distintos especialistas implicados en el proceso, relación que ha mejorado sustancialmente en los últimos años. "La colaboración ha mejorado mucho y, actualmente, todos los especialistas involucrados hablamos el mismo idioma, algo que era impensable hace diez años".
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